
La montaña humeante
bailó en mi cabeza
y mis ojos incansables
te ven partir desde mi otoño.
Estuvimos juntos un tiempo
eso es todo,
pero ese tiempo lo valió
de algún modo.
Llorabas cuando subias a tu viaje
yo te miraba esposado,
cai arrodillado,abatido
y sin descanso,
escoltado por mis sombras,
mis pesares mis harapos...
Caigo y sin parar ruedo
desde mis sombras y desdichas
pero queda la esperanza,
de que algún día
serás mia...
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